Respuesta al libelo infamatorio publicado por el Lic. Antonio Escoto, bajo el título de Contestacion del Jalisciense á las nuevas reflecsiones que sobre el reglamento de la enseñanza médica publicó el autor del Aviso, Doctor Indelicato.
- Indelicato, José
- Date:
- 1841
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Credit: Respuesta al libelo infamatorio publicado por el Lic. Antonio Escoto, bajo el título de Contestacion del Jalisciense á las nuevas reflecsiones que sobre el reglamento de la enseñanza médica publicó el autor del Aviso, Doctor Indelicato. Source: Wellcome Collection.
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![várate y cuatro horas se repitió la amonestado», siete Veces seguidas. En fin, él jerieroso Moraz'an, mandó po¬ ner fin á la comedia. ¿En que hijo de cristiano, después de un hecho como este, no se enjendrara la pasión de ía sátira? De mucho menos provino la de Boileau, á quien siendo niño, picó un pavo en partes que no se dicen. Tampoco pueden decirse las ed que fue picado N ik-Nak. [Del mismo periódico, núm. 65.] Num. 3. ÑTK-ÑAK. * Las infamias que el descarado Irisaría tuvo el atre¬ vimiento de vomitar sobre la tumba de Santander, cu¬ bierta todavía de las primeras flores que acababan de es¬ parcir por la tierra que la cubre la admiración y la grati¬ tud de sus conciudadanos y de toda América, han ec- eiíado la indignación jeneraí. Obligado ó. defenderse de nn cargo tan oprobioso, ¿qué ira hecho el desvergon¬ zado? Ha hecho lo que hace siempre cuando se ve en la imposibilidad de salvarse de los puntapiés con que se com-' place en humilllarle y ridiculizarle aquella crítica tan decente como severa, que fundándose en la evidencia de los hechos, y armándose de sentimientos de honor y pa¬ triotismo, suele hacerle imposible todo escape. Ha hecho lo que nadie creería sm observarlo con sus propios ojos: se ha desentendido de las acusaciones reales y verdade¬ ras que le hace todo el inundo, ** y se ha inculpado es-. * Apodo con que los patriotas da Centro—América decoraron á' A. José írisarri, en la ocasión en que este perro absolutista tuvo que sufrir el setenario de los cincuenta, de! que hemos hablado en nues¬ tro número anterior. Los que quieran conocer los pormenores de este acontecimiento, ocurran a Ls emigrados de aquel paisfque acaban de llegar á Lima. El ardor que dejó entonces sobre los negros y y desecados glúteos de Aik-Nak aquel furioso granizo, fue tan a- gado, y su memoria ha sido tan viva y duradera, que aun después de muchos afíos, habiendo ya consumado este uuevo Judas., la lamo¬ sa traición de Paucarpata,. no se atrevió á volver á Chile; y ahora mismo aquel cruel recuerdo no le permite asomarse por entre las pier¬ nas de los malvados como él que no se avergüenzan de protejerle. ** Para que se pueda conocer hasta que punto IVik-Ñak se ha-](https://iiif.wellcomecollection.org/image/b3036744x_0026.jp2/full/800%2C/0/default.jpg)