Discursos leídos en la Real Academia de Medicina para la recepción pública del Académice Electo Ilmo. Sr. Dr. D. Nicasio Mariscal y García el día 8 de febrero de 1914.

Date:: 1914

Credit: Discursos leídos en la Real Academia de Medicina para la recepción pública del Académice Electo Ilmo. Sr. Dr. D. Nicasio Mariscal y García el día 8 de febrero de 1914. Source: Wellcome Collection.

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$del Alcuzar, ciial le nombra Ortiz de Zuiiiga, quien le hace natural dc Sevilla (* *), y del que hablan con elogio el famoso teologo sriizo Juan Heidegger y el no inenos celebre lilbsofo trances Pedro Bayle, autor del Diccionano historico 1/ critico, sumi- nistrd, segun se lee en dicho Diccionario, gran parte de las ideas que el insignc ju- risconsulto holandes Hugo Grocio desaiTolla en su clasico tratado sobre el Derecho de la paz y la gueiTa, como ya deciinos en el texto; Fray Antonio de Fuente la Pena, padre provincial de la Orden religiosa de los Capuchinos y autor del Ente di- lucidado, coinprendio y explico once auos antes que Newton la gravitacibn univer- sal, llamandola inclinacion inutua y universal de unas cosas a otras y de todas a la tierra como a su centro, la cual define de un niodo metafisico diciendo que «este apetlto no es otra cosa que una natural ])ropensi6n y inclinacion que tiene cual; quiera cosa, no solo al bien conservativo de si misina, sino tambien al bien conser- vativo del universo, cuya parte es>>; y siglo y medio antes que el filantropo ingles TomAs Clarkson denunciara al mundo culto los horrores de la trata d(! negros, por lo que suelen considerarle los extranjeros, y aun muchos espanoles tambien, como el promotor de la abolicion de la esclavitud, el padre Alonso de Sandoval, de la Com- pania de Jesus, natural de Toledo, habia i)ublicado en lengua espanola, aunque con el titulo latino de Instauranda cetiopum salutem, todos los argumentos y retlexiones que Clarkson reprodujo como si fueran suyos, sin molestarse si(iuiera en citar al caritativo religioso espanol en cuya obra hallo, indudablemente, todas sus observa- ciones contra el iufame comercio de esclavos. El erudito D. Adolfo de Casti’o, de quien tomo algunos de estos datos, reproduce para probar esto mismo largos y elo- cuentes parrafos de la vehemente exhortacion del humanitario jesuita, en los (pie estan pintadas de mano maestra todas las atrocidades de que eran vlctimas los des- graciados negros que cautivaban en Africa (**). (301) Arturo Farinelli, eminente hispauofilo y cati'dratico de la Universidad dc Inspruck, Austria, en el hermoso estudio critico sobre Gracian (jue, j)rimeramentc, aparecib en la sRevista critica de historia y literatura cspaholas, i)ortuguesas e his- pano-americanas», con motivo dc la publicacibn en Halle, Prusia, en 1894, de un libro de Karl b Carlos Borinski titulado Baltasar Gracian, und die Ilofliteratur in Deidschland, y despues, en el volumen que el nialogrado editor Catalan Bernardo Rodriguez Serra, querido amigo mio, consagrb a este filbsofo en su <<Bil)lioteca de Filosofia y Sociologia». En dicho estudio habia asimismo, Farinelli, de los pensado- res alemanes en quienes ha influido Gracian de modo ostensible, citando a Baltasar Schuppius, Christian b Cristiano F. \Veise,Harsd6rfer,Thomasius, que tambien copib convirti6 al latinizarle el aucllldo del medico ingles Jorge Ent, le liacen imielios autores espanoles Eucio, A Pison Picon y li AVharton, tan conocido por los eonductos salivares que llevan su nonibre, Wartoii, copiando la errata unos de otros. Ineonvenientes de las erudieionesde laneedde segundainano. (*) D. D11.G0 OKI iz DE ZuNiOA: Obra eitada: libro deziinoqvinto; ^<lo 16U8, § 3. (♦*) El (jue quiera ver otros muchos eases de sabios espanoles precediendo A larga fecha con sus ideas, argumentos y tcorias, cuaudo no con sus descubrimientos e invenciones, A sabios extranjeros de fama universal, lea el niagnifieo Discursvpi eliviinar con que eneabeza D. Adolfo de Castro la colec- ci(5n de Obrag egcofiidas de ftligofi'S que forma el tomo setenta de la •Bibliotcca de Autores Espanoles de Rivadeneyra*; los t siudics subre la yrandez i y decadencui de tgpulUi, de D. Felipe Picatoste: Lo, Cicncia Espailoln, la Iligtoria dr log heterodoxog y los Precursoreg ggpolUdeg de Kant, de D. Mareeliuo Menendez y Pelayo; el Prdlogo A las «Obras de Dona Oliva Sabuco de Nantes*, edlcidn de 1888, de Don Octavio Cuartero, y las obras relacionadas con la materia, de Campoamor, D. Francisco de Paula Ca- nalejas, Castelar, P. Zeferino GonzAlez, Laverde, Pi y Margall y otros muchos. De D. Octavio Cuarte- ro, digno magistrado que fue del Tribunal Supremo y amigo mio, fallecido no lia mucho, son las fra- ses que siguen y con las que cierro esta nota: «No recordamos ni una teoria, ni un sistema dc los que niAs ruidosamente se ban discutido en Europa del siglo xy. A nuesti'os dias, que antes no bullera en germen 6 ballArase A la perfeccidn desenvuelto en obras de pensadores espanoles*; pero ;ay! «ninguna naeidn tratd— y e.sto lo dice un critico extranjero que en seguida voy A nombrar—, probablemente con niAs desculdo que Espana A sus grandes poetas, A sus prof undos pensadores*.$