Memoria sobre un programa de patologia general / presentada por Juan Bautista Ullersperger.

Date:
1866
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Credit: Memoria sobre un programa de patologia general / presentada por Juan Bautista Ullersperger. Source: Wellcome Collection.

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    individualidades sugctivas de una nación, ha producido i una nueva rama de la patologia, cual es la patología ÉTNICA (1). Estamos convencidos de que la teoría de las enfermeda- des nacionales ha de reportar aún no pocas ventajas para la patologia. Ya ha servido de mucho la patologia étnica, no solo bajo el aspecto de la nosognosia endémica, sino más aún relativamente á los procedimientos vejctativos de los ór- ganos de trasformacion orgánica ó elemental y de la nu- trición, corao también de las actividades parenquimato- sas. Respecto de la nosognosia endémica, un solo ejemplo probará lo que decimos. Creíase que la diabetes era com- pletamente independiente de la localidad, y la geografía médica demuestra que es endémica en Tanquebar y en la isla de Ceiian. En cuanto al segundo punto, esto es , los procedimientos vejetalivos, la patologia general ó étnica nos ha dado á conocer el predominio de los órganos de la respiración en los habitantes de los climas frios, y del sis- tema hepático en los naturales de los climas calientes. Además contribuye siempre á ilustrarnos, por la observa- ción de las individualidades nacionales, sobre las influen- cias que ejercen en su vcjetacion animal, el suelo, la atmósfera, en una palabra, el clima iuíluido por las con- diciones sidéricas y geológicas, grados de longitud y lati- tud, elevación, condiciones hidrográfícas, atmosféricas, etc. Por este camino aprendemos á conocer todos los mati- ces patológicos que sufre el organismo animal bajo la dependencia macrocósmica. Por último , la patologia étnica nos familiariza con las predisposiciones nacionales (2) y con la predisposición de las famUias, la cual guarda cierta analogía con la anterior. Predisposición de las familias. Esta rama de la etio- logía especial comprende principalmente dos órdenes de causas que predisponen á estas enfermedades. Tales son la herencia y los matrimonios enlre consanguíneos. A. La herencia. — Muchas enfermedades hereditarias son afecciones diatésicas. Algunos histólogos y organoquí- miatras modernos (5) se han opuesto tenazmente á la admi- sión de las diátesis, sinónimas de enfermedades discrási- cas. No participamos de su modo de pensar, y sentimos no poder dar en este momento las razones de nuestra opinión. Es un hecho observado, reconocido y comprobado por multitud de clínicos, que las constituciones físicas de los hijos se parecen á menudo á las de los padres, tanto como los rasgos de la Osonomía. Estas constituciones físicas son ya por sí mismas estados patológicos, ó contienen implíci- tamente disposiciones á ciertas enfermedades. Consisten en un conjunto positivo de condiciones orgá- nicas individuales, que disponen al sugeto á la recepción de ciertas influencias morbíficas y á sus consecuencias. Son en pequeño las disposiciones diatésicas, lo que en grande las enfermedades de las razas. No solo íiguran las diátesis hereditarias como elementos etiológicos, sino que la observación clínica comprueba dia- riamente, que ciertas mezclas de sangre, ciertas crasis ó discrasias manifiestan una disposición constante á locali- zarse en determinado sistema ú órgano, y á fijarse en el tejido parenquimatoso. Son, pues, enfermedades hereditarias las que se Iras- (\) V. Ensayo de patologia étnica, de la influencia de la raza sóbrela frecuencia, la forma y la gravedad de las enfermedades. Anuales d-higiéne, t. XVI, 18üi, v t. XVII, pág. 64. 1862. Félix Jaquoi: Slalistique, géographie et palhologie comparative des diver- ses regions el races humaines. Gaz. de París, 21, 25, 1837. Histoire générale des races humaines, ou philosophie ethnografique, par E. de Salles. ]}dTiS 1849 12 ° (2) Debe'separarse de las enfermedades de las razas las conse- cuencias de las enfermedades producidas por ciertos abusos que reiiran en muchas naciones, como, por ejemplo, la costumbre de fumar opio entre los turcos y los chinos, que ocasiona debilidad de la memoria, vértigos, temblor, idiotismo ó estupidez; como también el abuso del bachisch enlre los musulmanes de Argel y de las In- dias, que es causa de maula. (3) El difunto profesor Lehmann, de Jena, las consideraba corao Una fábula de la luedicina. miten de padres á hijos por la generación y con iguales cualidades morbíficas; de manera que se desarrollan y fijan en los hijos bajo la misma forma que en los padres.' Existen enfermedades hereditarias materiales ó vejeta- tivas, como la sífilis, la escrofulosis, la tuberculosis y la tisis pulmonal, la litiasis, la gota, etc.; y neurosis heredi- tarias, como la epilepsia, la corea, etc. (1), La herencia de las enfermedades (2), ya sean de la clase de las vasculosis ó de las neurosis, se esplica por la igualdad de las leyes hióticas de los padres productores, trasmitidas al producto hijo. B. Enfermedades por matrimonios entre consanguíneos. La multiplicación genérica es una ley de la naturaleza. La tendencia produclriz y formatriz se halla siempre en ejercicio ; la naturaleza está continuamente produciendo y multiplicando. El matrimonio propagador enlre próximos parientes y entre consanguíneos repugna á la naturaleza, siguiéndose de tales alianzas amenorreas, dismenorreas, a.bortos y concepciones de idiotas y de sordo-mudos. Las asiduas investigaciones de la escuela francesa han demostrado esperimentalmente esta triste verdad. Es preciso distinguir cuidadosamente las enfermedades hereditarias de las coiigénitas. b. La individualidad sugetiva se halla en relación con el tiempo y con el espacio , en cuya virtud presenta otras dos predisposiciones genéricas, á saber: la de la depen- dencia del tiempo y la del espacio. Ya hemos considerado la cronometría de las enfermeda- des en sus relaciones con el organismo y el espacio, entre cuyos confines aparecen los estados morbosos: ahora se trata de la operación inversa, de considerar el organismo en su dependencia del espacio , á fin de asignar su incli- nación á ceder á las influencias locales y topográficas f3) de las montañas, de los bosques, de los valles , de los pantanos, etc. (4). La otra predisposición del organismo, que le hace su- cumbir á las agresiones de las constituciones estacional, anual, endémica y epidémica, se aprecia según el tiempo y sus efectos. 2.°—Causas predisponentes individuales. Se fundan, caracterizan y pronuncian: A. Por la constitución física que en muchos indivi- duos ofrece huellas orgánicas manifiestas, á las que se ha dado el nombre de hábito (por ejemplo, apoplético, tísico). Las constituciones (5) varían mucho: sus caractéres más generales son las constituciones fuertes y débiles. Según su calidad, sesubdividen en constituciones vasculares, que disponen á las enfermedades de la sangre, agudas ó cró- nicas, locales y localizadas ó generales (disquimosis, dis- crasias); y constituciones nerviosas, que disponen á las enfermedades nerviosas. Las constituciones vasculares se multiplican como las ramas del sistema vascular, componiéndose de constitucio- nes arteriales, propicias á las inflamaciones, á los proce- dimientos patológicos fibrinosos, crupales, hiperémicos c hiperplásticos; de constituciones venosas, que disponená los éstasis venosos, á los procedimientos hipnóticos, á las hemorroides, congestiones pasivas, á la gota, á las hemorra- gias, á las apoplegías, etc.; v de constituciones linfáticas, que conducen á las enfermecíades linfáticas y glandulares. Las constituciones nerviosas predisponen á las neural- gias, neurodinias de todas especies, á los espasmos y (1) También hemos observado una herencia apoplética y de las enfermedades del corazón. (2) V. Rougemonl, Sur les maladies par hérilage, traducido al alemán por Wegeler, 1794. (3) Por ejemplo, las hiil-fevers de las Indias Orientales; la puna, enfermedad de las alturas, Derg-IIóhen-Steigekrankeit, descrita por T. Meyer-Ahrens. (4) Las enfermedades del paludismo, (o) Schaffer, Scheu, etc.