Memoria sobre un programa de patologia general / presentada por Juan Bautista Ullersperger.
- Date:
- 1866
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Credit: Memoria sobre un programa de patologia general / presentada por Juan Bautista Ullersperger. Source: Wellcome Collection.
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![des nerviosas (I), la helmiotiasis, las hemorroides y afec- cioQes locales, coiuo el prurigo escrotal ó prepucial. Las pérdidas coalíuuas, provocadas por los deseos ve- néreos, por la costumbre de doraiir boca arriba, la equita- ciou, sueños lascivos, etc., deterniiaaQ uua iiupoieucia viril, cuando han lle.g.ido al punto de veriíicarse casi sia que les acompañe sensación alguna. Las erecciones frecuentes y fuertes indican las más veces una escesiva sensibilidad sexual, o uua irritación vascular de las partes interesadas, o ya ambas cosas a la vez, ó, por último, tienen su origen patológico en las es- iravagancias de la imaginación. Cuando e»las ereccioues llegan á hacerse casi continuas y dolorosas, degeneran en priapistno, y si se les agrega ún deseo venéreo invencible, en verdadera saünask. Estus fenómenos patológicos son las más veces sintomáticos y simpáticos. Sin embargo, hemos tiazado iodos los linea- meutus de su circunferencia patológica. Sexo femenino. Va hemos examinado la menstruación bajo el aspecto de su patología semeiológica secretoria, ahora nos ocuparemos de ella en su relación con la patolo- gía sexual. En este sentido encontramos de nuevo la dis- luenorrea, la amenorrea, la meuostasia, la supresión com- pleta del flujo ménstruo, la menstruación erróuea y su cesación en Ja edad climatérica. Este momento critico suele revelarse, al menos en los climas templados, por menstruaciones heinorrágicas á distancias irregulares de dos, cuatro y hasta seis meses, después de lo cual acaba por agolarse el flujo uterino. Por medio de estos proUuvios irregulares parece indicar la natura.eza que abandona su papel de plasticidad prolifera. Aquí hallamos también cierta analogía con las estrava- gancias patológicas del deseo de la cópula en el hombre. En la mujer, cuyo deslino es enlerameuíe generador y uterino, son todavía más marcadas, constituyendo el furor uterino y la mnfomania. Esta viólenla iaclmacion a la unión sexual, corresponde al dominio de las eulermedades mentales ó á los íníimos grados de las pasiones. 5.° Sintomatologia patolú(]ica fjeneral de las funciones del sistema vascular y üe la circulación. El sistema vascular proporciona síntomas morbosos pro- cedentes de su totalidad y de sus parles constitutivas. El sistema nervioso recibe las impresiones de las in- fluencias Kiorbíücas esteriores. Cuando los nervios sensiti- vos distribuyen estas impresiones en los radios del sistciía sensitivo ó motor, sin desviarlas ni conducirlas al dominio del gran simpático (como centro cerebro espinal) (2j hasta los nervios vasomotores y trólieos, el producto patológico será siempre una neurosis. Pero cuando lo¿ nervios de la sensación llevan por sinergia ó por reflexión las impresio- nes á los radios de los nervios vasomotores ó tróticos, viene á resentirse lodo el sistema vascular, manifestándolo ó por el orgasmo ó por la reacción febril. Ésta reacción favorece la producción de liebres, en las que toma parle, según la naturaleza de las influencias sufridas, el sistema arterial (calenturas sinocas); el venoso (calenturas venosas), ó por último, el linfático (calenturas linfáticas sero-mucosas, esto es, catarrales, reumáticas, eruptivas v sus compues- tas) (3). Las partes del sistema vascular confluyen en su centro, el corazón. El corazón, centro vascular, que unido con los pulmones mediatiza la metamórfosis de la sangre venosa en arterial, participa del mecanismo hidráulico y del carácter químico déla respiración, presentando los fenómenos de sus fun- ciones anormales en estas dos direcciones semeiológi- (!) Neuróticas, como la epilepsia y la hidrofobia; y psiqaicas, como h melaiicolia é hipocondría grave. (-2) Ya hahi.i declarado Federico Hoffman qiie la causa protopá- lic:i de 1.1 fiebre dehia buscarse en la médula es^pinal. (o) Volveremos á tratar de este punto en la patognosia. cas (I). Pero también se vé espuesto este órgano céntrala ciertas enfermedades de su sustancia; de aquí resultan tres estadios distintos, que forman el conjunto de la feno- menología patológica de las enfermedades del corazón. Las enfermedades vasculares presentan los síntomas de una inflamación aguda ó crónica, ó Jos signos de una ter- minación de las flogosis de corazón. Además los síntomas de estas flegmasías se modifican según el asiento y la parte constitutiva afectada en las pericarditis, endocardi- tis ('2), miocarditis, carditis; y aun son a menudo sintomá- ticos, como en ios reumatismos articulares agudos. Los síntomas de las terminaciones de las flogosis del cora- zón son los del derrame sero-acuoso, albuminoso, gaseoso, purulento, flccuiento, coagulado, ó los de plasticidad adhesiva, adiposa (o) aleromatosa y coiesterinosa, polipo- sa (4), exudaciones eudocardiiicas (5) óseas, etc. Los síntomas de las neurosis del corazón consisten eo palpitaciones cardiacas; pero también pueden agravarse hasta constituir los ca¡diospasmos, en la lipotimia y el síncope, y por lillimu aun anginas de pecho neurólicas'v la parálisis penuanentc del corazón (Sadler, 1855). El mecanismo hidráulico del corazun puede desordenar- í se más ó menos notablemente por lesión de las válvu- las (6) como su insulicieucia por desproporción entre la capacidad de las aurículas y la de los ventrículos. Los fenó- menos anatómicos son en este liltimo caso las hipertroHas del corazón, ya en la mitad izquierda, ya en la derecha ó en la totalidad de su sustancia, cuyas hipertroíias pueden ser concéntricas o escéutricas. Estos fenómenos orgánicos se nianitiestan por desordenes mas ó menos perceptibles del mecanismo del corazón y de la circulación y que pue- den comprobarse por la percusión y la auscultación. Las enfermedades plásticas del corazón'y desús partes, que resultan comuuiiienle de procedimientos patológicos dis- crásicos (reumáticos (^7), artríticos, escrofulosos, herpéticos, escorhiilicos)(8), desordenan á veces el mecanismo del co- razón en tales términos, que se resiente la nutrición del órgano ó se suspende enteramente su función. En el primer caso se Ibrman vicios del corazón, propiamente dichos, y ea el segundo la angina de pecho de origen vascular (9). Asi, pues, las citadas enfermedades plásticas son en el fondo localizaciones o terminaciones de discrasias ó diáte- sis, y siguen, ó bien una marcha de phi^ticidad perverti- da (hétero ó neoplasias), ó el curso de las flegmasías hasta sus terminaciones ordinarias: derrame líquido ó sólido y adhesivo, supuración (lü), induración (H), ositícaciou malacosis íláj, gangrena (l3). La estaaistica actual de las enfermedades del corazón (1) Véase Senac, Corvisart, Alian Burns, Testa, Kreysig; R. Vieusseiis, Monneret, L.ieiinec, CoHin, Louis , Piorry, IJeriin, Hnpe, Bouillaud, Andral, Lalham, Stokes, Hooker,' Hughes, William?. (2) Bouillaud es el primero que ha trazado el cuadro completo de esta enfermedad, y Andral lia docrito muv hieii los diferentes caracléres de semejante afección. Lebert, Leudet. Andral, Leflaive, CossyyFauvel niegan su frecuente coiunínacion con el reuma- tismó agudo. (3) La patología distingue entre depósitos adiposos en el múscu- lo del cor.izon, y corazón adiposo, slearusis cyrdis. Véanse las obser- vaciones de Bily, Quain. Cantón, Ricijarson. (J) Véase Laeniiei', Kreyssig, Bniiillaiid. A'bers. (o) V. las cil.idas obras sobre enfermeilailes del corazón. (G) Mt-cliHl, Cruvf illiier. Hope, Albers. Hoiljison, Baillle; y sobre lodo Ford. Bamberger, I806. ha reunido 21! observaciones y for- mado con ellas un trabajo cslafiísliro muv inleresanle. (7) Die retrograden rheiimatischen Processe. an rien Herzkloppen. Preuss Vereiiis ZeiiiinQ. t8o6. I. von Iiuizenizoff. Draiiler iiber den rheumalismus des Herzmnshels iind den intermiltireuden Pitls. Deutsche Klinik, 183o. 41, lo Roussin, James, Johnson, Maclead haa observado el reuinai¡sino .ipi corazón sin reum^itismo arlicular. (8) Carditis scorbutica Sclió iiein. (9) J. B Uilrrspeiger. í/6<;r//erííraeuwe, Erlangen, 1849.—8. (10) Meckel, Rollen Carsweil. (11) Andral, Martín Coates observó en 1833 un escirro del cora- zón en un españíd emipradn. (12) Malacosis, Gnngraeiia coráis con rotura del ventrículo dere- cho, observada por Kallireiner. (13) Parécenos algo problemática esta terminación,aunque dicea haberla observado Senac, Portal y Corvisarl.](https://iiif.wellcomecollection.org/image/b21937473_0039.jp2/full/800%2C/0/default.jpg)