Memoria sobre un programa de patologia general / presentada por Juan Bautista Ullersperger.
- Date:
- 1866
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Credit: Memoria sobre un programa de patologia general / presentada por Juan Bautista Ullersperger. Source: Wellcome Collection.
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![tos hasta las secreciones recrementicias y escrementicias. Pasemos á sistematizar estos resultados patológicos. FAMILIA. DE LAS ENFERMEDADES CONSTITUTIVAS DEL SISTEMA VASCULAR SEGUN SU ORDEN NOSOLÓGICO. Vasculosis con predominio de la movilidad vascu- lar (1). I. o-upiyofvíTi; reunión, acumulo de sangre, affliixus, fluxio, symphoresis, fluxión, congestión (congfcsíío san- guinea, lymphatica) con las variedades de congestiones central y periférica, orgasmo arterial ó venoso, hiperemia de los modernos, movilidad vaso-motriz aumentada. Las congestiones se dividen: a. En congestiones activas. 1, ° Hydrochysis, congestiones serosas, congestiones sanguíneas, apellidadas según la parte donde se dirije la sangre {congeries sanguínea cefálica, torácica, abdominal, pelviana, cerebral, pulmonal, uterina, etc.). 2. ° Reumatismo agudo. b. Congestión pasiva, con las variedades de hipere- mia pasiva, blenorreas habituales, congestión venosa, atónica ó adinámica; reumatismo crónico, erupciones cu- táneas crónicas, equimosis y manchas, enfermedad de Werlhof, petequias, etc. II. Hemorrea, hemorragias, profusio sanguinis. La hemorragia activa, es^o»íá?!ea ó idiopática, así como la traumática, y por último, la sintomática, revelan una compresión, dislaceracion, obstrucción de los conductos naturales, inflamación, supuración ó mortificación. La clínica presenta hemorragias capilares, una deple- cion de sangre en los individuos exanguíneos, la kenean- gia ó cambio de la sangre por hemorragias repetidas y el sudor sanguinis (2). Entre las hemorragias internas, las parenquimatosas se distinguen esencialmente délas libres, enquistadas, etc., v de las que forman tumores como el cefalomatomo ó el haematoma durae matris de los autores, que deben tam- bién distinguirse de la apoplegía meningea ó de una es- travasacion supra-meningea. Merecen especial mención entre las hemorragias paren- quimatosas, la apoplegía pulmonal ó el infarto hemotoi- co (3), cuya razón nosogenésica se halla las más veces en vicios del corazón. Al lado de esta apoplegía pulmonal, descrita con mano maestra por Lacnnec, se ha adoptado también una se- gunda especie, en la cual, no solo atraviesa la sangre el tejido parenquimatoso, sino también la pleura, derramán- dose en la cavidad torácica. Corvisart, Bagh, Andral y F. C. Ferguson la han observado, y según Rokitanski, ningún órgano, después del cerebro, se halla tan espuesto á ios infartos. Debe, pues, la nosognosia. distinguir cuatro variedades y grados de hemorragia pulmonal: el infarto pulmonal, ía apoplegía, la hcmotísis y las hemorragias del pulmón. Los infartos hemotoicos y hemorrágicos, se distinguen entre sí, según que la sangre derramada se infiltra sola- mente en las células ó destruye el tejido parenquimatoso. La cuarta de las variedades citadas es la apoplegía capi- lar, los equimosis. El hemopericardias es pocas veces una afección esen- (1) Cijclomata, circuliis ó circuiliis sanguinis de algunos nosó- logos. (2) Enfermedad bíblica. Luc. 22, 44. Friedreicli trae la litera- tura completa de este mal en su obra acerca de las enfermedades tie \at Biblia. La han observado Maurus Hoffmann, Sciineider en Fulda, Paullini, Haller, liallonius, Maccoiini, Hiedlin, Schlegel, Blu- tungeit aiis den Schveissdrüsen, A. Franque Würzburger, med. zei- lung IV, p. 73, 2, 1863, 3, S. Feist. de lumore cranii recens natorum sanguíneo. Vratislav, 1837. Baillarger, 1833. Rokitanski, Virchow. Véase también el hydrocephalus externus pachymeningiticus de Virchow, (]ue publicó una observación Je este género en 1836. (3) Conocido desde 1817 por Leville, Holienbaum, Heusinger, Laennec, Forbes, Rokitanski, Bochdalek, Salomonson, C. Hoff- mann. cial: se le observa consecutivamente á la rotura de ua vaso superficial del corazón ó de un nuevo vaso desarro- llado en falsas membranas, ó á consecuencia de una rotu- ra del centro circulatorio. Es de advertir que las hemorragias favorecidas por cier- tas discrasias, tienen sus localizaciones propias, como en el tifus, en el escorbuto, en la púrpura, en las hemorroides, y algunas pertenecen aciertas edades: la epistaxis á la infancia y á la juventud, las neumorragias á las edades adulta y media, los flujos uterinos y el hemorroidal á la segunda mitad de la vida. En cuanto á su naturaleza patológica, las hemorragias se parecen mucho á las congestiones. Son activas ó pasi- vas, colicuativas. Estas últimas deben considerarse como derrames difusos de serosidades pigmentosas. III. Los focos apopléticos pueden ocupar los diferentes puntos del cerebro y el cerebelo. Andral ha formado un cuadro estadístico de trescientas ochenta y seis observa- ciones, relativas á la localización de los focos. El diagnós- tico nosológico distingue una apoplegía capilar, idéntica y sinónima de reblandecimiento agudo (1); foco apoplético y hemorragia cerebral propiamente dicha, infarto hemor- rágico y quiste apoplético. Se entiende también por foco apoplético otras estravasaciones con destrucción paren- quimatosa, dándoles un nombre relativo á su sitio, por ejemplo, apoplegía del corazón (Cruveilhier), apoplegía de la úvula (Spengler, en Ems, 1854). Los focos apopléticos son, digámoslo así, los productos del más alto grado de la movilidad aumentada; por lo cual pertenecen también á la categoría de las terminacio- nes de las hemorragias, donde los encontraremos como inherentes á la apoplegía. En cuanto resultados de termi- nación, tienen cierta analogía con: IV. Las congestiones por movilidad disminuida, y es- pecialmente las congestiones por obstrucción venosas con los éstasis y las hipostasis. V. Resultados, consecuencias y terminaciones de.la hiperemia. a. Hemorragias: 1.°, por diátesis hemorrágica, hemor- ragia hereditaria, hemorrofilia (2) (Grandidier, etc.); 2., por plétora; 3.°, por congestión de resultas de obstruccio- nes venosas; 4.°, por aflujo de la sangre á una parte, dis- puesta por sí misma ó por influencia etiológica, epistaxis, apoplegía, hemateraesis. La hiperemia depende en sus resultados, consecuencias y terminaciones, en primer lugar de la inervación y des- pués de su naturaleza vascular. Bajo el punto de vista de la inervación, será: dinámica, que corresponde preferente- mente á la vascularidad esténica, arterial; ó bien adiná- mica, que corresponde á la vascularidad venosa con estan- camientos. Bajo el punto de vista de su naturaleza vascu- lar, los desórdenes patológicos de la hiperemia serán: ar- teriales , venosos, estravasaciones , hidropoesis, reso- lución. La hiperemia general se caracteriza por plétora esté- nica ó asténica; la hiperemia local por congestión {conge- ries sanguinis). b. Las hemorragias, como resultados y terminaciones de hiperemia, son esténicas ó asténicas. Esta última (la hi- peremia) consiste también á veces en un esfuerzo sin pro- ducción de hemorragia actual (mclimen). Las hemorragias activas ó pasivas terminan fácilmente en hidrosis local (edema) ó general (hidropesía propia- mente dicha), y el moliraen concluye en ciertas circuns- tancias locales por varices de las venas. La hiperemia local ó esceso de la sangre en una parte, es condición prévia de un proceso patológico, tal vez el más frecuente del organismo humano, cual es la infla- mación. (1) Reblandecimiento rojo. (2) Traumática ó espontánea. A juzgar por los dalos literarios, parece ser frecuente en América.](https://iiif.wellcomecollection.org/image/b21937473_0050.jp2/full/800%2C/0/default.jpg)