Del colera epidémico : lecciones pronunciadas en la Facultad de Medicina de Paris / por el doctor Ambrosio Tardieu ... ; Traduccion al Castellano por Jose Mariano Davila, antiguo profesor de medicina.

Auguste Ambroise Tardieu

Date:: 1849

Credit: Del colera epidémico : lecciones pronunciadas en la Facultad de Medicina de Paris / por el doctor Ambrosio Tardieu ... ; Traduccion al Castellano por Jose Mariano Davila, antiguo profesor de medicina. Source: Wellcome Collection.

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$—24— Desde que aparecen las evacuaciones gas- tro-intestinales, disminuye notablemente la secreción de la orina; y mas tarde puede llegar á suprimirse completamente. Solo en algunos casos escepciona- les, la orina ha permanecido en su estado natural, durante todo el curso de la enfermedad, notándose entonces que su salida es involuntaria. En un pe- queño número de enfermos, después de haber sido las orinas muy escasas, ó aun suprimídose, han rea- parecido en mayor ó menor abundancia hacia la mitad del periodo álgido, para suprimirse en seguida al fin. Se ha observado también que aun cuando fuese nula la salida de las oiánas, existia una gana fi ecuente de espelerlas [1]. En general, el curso de la orina se establece en el periodo de reacción, sobre todo cuando éste es franco y regular. Calambres.—Uno de los síntomas mas cafacterís- ticos del cólera y al mismo tiempo mas crueles, con- siste en estos calambres, ordinariamente violentos, prolongados y duraderos, que comenzando frecuen- temente con las primeras evacuaciones, y fijos al principio en las pantorrillas y pies, se estienden de una manera rápida á los brazos, á los músculos del vientre y basta á los de la cara. Todos los médicos han visto los músculos del abdomen en un estado de contracción muy considerable, y en particular loa rect'^s {los anteriores), designándose bajo la forma de cuerdas redondas y tirantes. Estos calambres tan dolorosos y á veces tan atroces, que arrancan á los desgraciados coléricos gritos lastimeros, aparecen por lo común, como lo hemos dicho, desde el principio, y subsisten con frecuencia aun después de la cura- ción. Se ha observado también, que durante el curso de la epidemia, se han encontrado personas, que no ofreciendo por otra parte ningún O'fo sintoma de la$