Del colera epidémico : lecciones pronunciadas en la Facultad de Medicina de Paris / por el doctor Ambrosio Tardieu ... ; Traduccion al Castellano por Jose Mariano Davila, antiguo profesor de medicina.

  • Auguste Ambroise Tardieu
Date:
1849
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Credit: Del colera epidémico : lecciones pronunciadas en la Facultad de Medicina de Paris / por el doctor Ambrosio Tardieu ... ; Traduccion al Castellano por Jose Mariano Davila, antiguo profesor de medicina. Source: Wellcome Collection.

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    —28— ademas en aumento hasta el fin del periodo álgido, para hacer lugar en seguida al insomnio 5 al verda- dero coma, [jproycnúon continua á dormir^ ó sueño muy 'profundo^ según los diferentes modos de reac- ción. En todos los casos están las fuerzas casi ani- rpiiladas; y los miembnjs quebrantados por los calam- bi’es quedan inmóviles, cuando cesan es'tas contraccio- nes dolorosas. El meruu' movimiento es insoportable, y la mayor parte de los enfermos, acostados sobre la espalda ó hechos un pelotón en su cama, permane- cen en una completa inmovilidad, no dejando escu- char una palabra ni una qufeja por temor de fatigarse. Algunos esperimentan de vez en cuando desfalleci- mientos pasageros. Voz.—Esta presenta una constante alteración en un todo característica y observada hace mucho tiem- po, no solamente en el cólera que se ha llamado es- porádico por los autores antiguos, entre ellos Hipó- crates, sino también en el cólera asiático, por Annes- ley. La Voz se hace con rapidez mas débil que al principio, ronca y sibilante: á veces se estingue, y apenas llega á distinguirse un sonido articulado en el imperceptible soplo que deja escapar la boca de los coléricos. Sin embargo, por momentos lecobra demasiada energía para que los enfermos hagan es- cuchar sus clamores; y su tono natural reaparece á medida que se trasforman los fenómenos de la enfer- medad, y pasan del primero al segundo periodo. Respiración.—La respiración ordinariamente es muy penosa y acompañada de una opresión á veces insoportable. Su frecuencia difiere singularmente según los casos; pues se ha visto variar el número de las inspiraciones, de diez á cincuenta y dos por mi- nuto j 1]. Esta lentitud ó precipitación de los mo- vimientos i'espiratorios, no depende de una alteración