Estudios acerca de la rabia y su profilaxis / por Jaime Ferrán y Clúa.

  • Jaume Ferran i Clua
Date:
1888
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Credit: Estudios acerca de la rabia y su profilaxis / por Jaime Ferrán y Clúa. Source: Wellcome Collection.

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    la necesidad de tantas atenuaciones como emplea sabio tan eminente, para conferir aquel grado dt resistencia capaz de poner á los mordidos á'salvo de los efectos de una inoculación rábica accidental, y nos preguntamos: De que sean felices los resultados que se obtengan, ora por el método primitivo, ora por el intensivo, ¿se desprende, en buena lótiica, que sea necesario inocular tantas y tan variadas atenuaciones como constituyen el tratamiento pasteuriano? Pues qué: ¿se ha demostrado, por ventura, que el virus rábico aclima- tado un conejos, y sin previa atenuación, es mortal para el hombre? ¿No es acaso posible, que los efectos profilácticos puedan obtenerse con una sola vacuna rábica, y que, si no son superfluas, sean innecesarias todas las demás? La legitimidad de estas dudas es indiscutible, ya que sólo razones de analogía, muy sabiamente fundadas, indujeron al Maestro al empleo de tantas graduaciones; al menos, así debemos creerlo, puesto que no se tiene noticia de experimento alguno que confirmara su necesidad. Tales fueron nuestras primeras dudas y en resolverlas pusimos todo nuestro empeño, no sin que echáramos de ver las dificultades con que po- dríamos tropezar. Toda la cuestión quedaba reducida á averiguar si, empleando una sola atenuación, se mostraban ó no, todas igualmente peligrosas, eficaces é ino- fensivas. Semejante tarea hubiera resultado ímproba, de comenzar el expeiúmento por la inoculación de las vacunas más flojas; pero empezando por demostrar que la tenida por más virulenta, esto es, que el virus sin atenuar artificial- mente, es inofensivo y eficaz, resultaban superfluas todas las demostraciones referentes á la inocuidad y eficacia de las atenuaciones artificiales. Así planteada la cuestión, claro es que habíamos deoptar por el procedi- miento más expedito, máxime, cuando las razones que expondremos luego, nos inducían fundadamente á sospechar que el peligro que el experimento podría á primera vista ofrecer, era tan sólo ilusorio; en efecto, habiéndose sometido, voluntariamente varios individuos á las inoculaciones que nos- otros llamamos supra-intensivas, resultaron éstas absolutamente despro- vistas de todo peligro. Si, pues, de esta inquisitoria experimental aparece que el virus rábico de los conejos es inofensivo, inoculado á dosis relativamente masivas y sin atenuación de ningún género, razón habia para esperar que, á la par que inofensivas, fueran también eficaces nuestras inoculaciones, y así lo acre- ditan ciertamente las estadísticas que al final publicamos. En obsequio á la claridad, y para que se vea el orden con que se han sucedido en nuestro laboratorio los perfeccionamientos introducidos en el